11 de agosto de 2010

Compost

Se le llama "compost" a la tierra obtenida por la descomposición de la basura orgánica. Es una tierra negra y fértil, rica en nutrientes; son muchos los que conocen las propiedades milagrosas del compost sobre plantas enfermas o atacadas por plagas. También reconocen la conveniencia de convertir la basura en algo útil, agradable y sano.

Pero también es cierto que la idea de tener basura maloliente en casa acobarda a muchos, o, peor aún, algunos lo intentaron y tuvieron una experiencia traumática.

Sin embargo, es posible hacer compost con absoluta ausencia de olores desagradables en cualquier lugar: patio, lavadero, cocina, living... hasta debajo de la cama (con perdón de la exageración). Sólo hay que cumplir con las siete reglas básicas que se dan a continuación:

1) Drenaje
2) Mezcla
3) Cortar en pedacitos
4) Humedad adecuada
5) Poner bacterias
6) Agregar ceniza o cal
7) No agregar más de 6 cm. de altura por día

Si alguna vez hay olor desagradable, es porque no se ha tenido en cuenta alguna de estas reglas.


Las bacterias buenas y las malas:

Lo primero que hay que entender es que hay bacterias buenas, que dan olor a tierra, y bacterias malas que dan olor a podrido. Las buenas, llamadas Aeróbicas, están en el aire, en la piel, en el agua potable y en los alimentos. Las bacterias aeróbicas no son amenaza alguna para la salud. Más aún, la escasez de éstas provoca enfermedades, y la ausencia total lleva a la muerte.

Las malas, llamadas Anaeróbicas, son peligrosas y pueden causar enfermedad y muerte. Nuestro olfato las detecta y nos indica que mantengamos distancia. Son las bacterias del camión de la basura.

Las buenas viven con oxígeno y mueren por la falta de éste, mientras que las malas viven sin oxígeno; éste las fulmina. Las siete reglas son para formar una mezcla biscochosa que permita el paso del oxígeno a través de ella.


1) Hay que contar con un recipiente bien drenado: una maceta o tanque con agujeros abajo o sin fondo. Cuando incorporamos basura nueva al recipiente, está llena de bacterias buenas: las aeróbicas. Pero éstas consumen oxígeno y emiten dióxido de carbono. Éste último es más pesado que el aire, por lo que se va lentamente al fondo desplazando al oxígeno, y ahí comienza el olor a podrido. Las bacterias de arriba siguen emitiendo CO2 hasta que se llena todo el recipiente de asqueroso olor.

2) La basura húmeda (rica en nitrógeno) como desperdicios de cocina, cáscaras de frutas y verduras, etc, debe ser mezclada con basura seca (rica en carbono) como pasto seco, hojas secas, papeles, cartones, virutas. La seca sola no larga olor, pero tarda mucho en descomponerse. La húmeda sola larga líquido, se hace un "puré" impermeable a los gases y se pudre. Mezclando ambas basuras se mantiene permeable al aire, no se seca, no hace olor y se descompone rápido.

3) Si tiramos masacotes grandes, éstos van a estar aireados alrededor, pero no por dentro... y de ahí saldrá olor.

4) Hay que evitar que la mezcla se moje, porque de esta forma se tapona el paso del aire. La mezcla debe estar húmeda, no mojada. Al tocarla debe enfriar la mano, no mojarla.

5) Hay que inocular bacterias: éstas se encuentran en la tierra buena o excrementos de aves, animales de corral, caballos, tortugas. Esto se va agregando, no importa que sea en ínfima cantidad porque luego se multiplica rápidamente invadiendo todo con su característico color y olor a tierra. Esto, al principio, es indispensable.

6) Es importante agregar de vez en cuando un poquito de ceniza o de cal, ya que éstas aceleran el proceso de humificación, agregan minerales y agradan a las lombrices, en el caso de que se quiera agregar lombrices californianas para hacer el proceso aún más rápido. A veces no llega a formarse tierra por falta de calcio.

7) Si agregamos más de 6 cm de mezcla por día, en una semana ésta se tapona abajo por presión y se pudre.


Sacado de la página de Antonio Urdiales Cano
http://www.permacultura.com.ar/

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